Me quito la ropa poco a poco, estoy muy cansada tras un duro día de facultad. El grifo sigue abierto y los cristales empiezan a empañarse debido al calor del agua. Observo mi cuerpo ante el espejo. Tengo el pelo demasiado largo, ya me cubre los pechos ¡no sé por qué a veces pienso en cortármelo!
Recorro mi figura tranquilamente, me río mientras la contemplo; a veces no puedo entender cómo he cambiado tanto... Los cristales se han terminado de empañar, el vapor se adhiere a mi piel, un pensamiento infantil me seduce y de repente ...
¡¡¡DIBUJO CARITAS CON EL DEDO EN EL ESPEJO!!!
:]
MADRE MÍA, QUÉ PLACER