martes, 18 de diciembre de 2012

Antes de ducharme


Me quito la ropa poco a poco, estoy muy cansada tras un duro día de facultad. El grifo sigue abierto y los cristales empiezan a empañarse debido al calor del agua. Observo mi cuerpo ante el espejo. Tengo el pelo demasiado largo, ya me cubre los pechos ¡no sé por qué a veces pienso en cortármelo!
Recorro mi figura tranquilamente, me río mientras la contemplo; a veces no puedo entender cómo he cambiado tanto... Los cristales se han terminado de empañar, el vapor se adhiere a mi piel, un pensamiento infantil me seduce y de repente ...

¡¡¡DIBUJO CARITAS CON EL DEDO EN EL ESPEJO!!!
:]
 MADRE MÍA, QUÉ PLACER

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Sín


Se me han quitado las ganas de escribir,
 Casi ni leo, no por pereza 
sino porque ningún título
 llama en demasía mi atención. 

Incluso el pan últimamente me resulta insípido 
y el vino con aroma a frutos silvestres
 ya no me sacia. 

Tengo una redondez sin llenar,
 la perfección no tiene cabida en mí. 
Soy vientre de cristal expuesto a caídas, 
rompiéndome en pedacitos muy pequeños. 

Y a veces, ingenua, confundo el vacío con la nada. 
No pongo remedio. 

Me ahogo como el junco en la alberca grande,
 No hay fondo. 
Me mantengo en la superficie a duras penas. 

Expuesta otras veces al calor del desierto, 
boca sedienta y arena por todos lados. 

Ya no crece hierba por donde piso
ni florece el cerezo en primavera.