miércoles, 23 de mayo de 2012

Teméis la educación porque enseña a pensar (22Mayo)









Manifestación 22M en Sevilla.
La educación no se vende, se defiende

5 comentarios:

  1. Llevo más de treinta años en la educación y no tengo claro que sirva para aprender a pensar. Es una visión utópica de la misma. Yo lo intento, ciertamente, pero el resultado no es bueno. Muy pocos chavales están dispuestos a hacer el esfuerzo de pensar por sí mismos. Son una minoría mínima, pero muy mínima. El resto es aquiescente, conformista, y los profesores tampoco somos unos sócrates que lleven a sus alumnos por un jardín en forma peripatética. Todo es más convencional y banal. La idea de que la educación enseña a pensar es una ilusión. Por tanto creer que el poder teme a la educación porque enseña a pensar es creer en las utopías irrealizables. Si hubiera tal ansia de pensar, no habría reforma o recorte que pudiera evitar el pensamiento crítico. Y no es el panorama que veo en las aulas que son bastante conservadoras y reacias a la reflexión crítica. El poder no tiene interés en la educación pública. Es así sin más. La tiene que mantener porque no puede mandar a centenares de miles de niños y adolescentes a la calle. Está obligado. Otra cosa es que realmente le interese la calidad educativa. Eso es radicalmente incierto. La escuela privada representa mucho mejor su modelo de sociedad, y, para más paradoja tal vez en ella los alumnos por sus circunstancias sociales es posible que estén más dispuestos a querer pensar. Tienen mayores posibilidades económicas y culturales, y eso es muy importante.

    No, Lucía, no enseñamos a pensar. Qué más quisiéramos. Reparamos huecos, zurcimos descosidos, intentamos remediar lo irremediable, pero de eso a creer que somos los fomentadores de la rebeldía y la insumisión intelectual y social va un largo trecho. No es así.

    Simplemente el poder de la derecha y de la izquierda no cree en la educación pública. Si dicen lo contrario mienten y engañan.

    Ojalá estuviéramos en disposición de enseñar a pensar.

    ResponderEliminar
  2. Joselu, no puedo negar lo que dices puesto que llevas más de treinta años en la educación y habrás visto todo tipo de actitudes. Unos que están dispuestos a pensar aunque no suelan reparar en ello y otros que por más que intentes crearles un aliciente, no deciden hacerlo. Es así, pero quiero creer que la escuela enseña a pensar y a recapacitar pero de la misma manera sé que es un trabajo arduo y a veces sin sentido ya que cae en saco roto porque no hay respaldo del poder. ¡Qué razón tienes en que mantienen la educación porque están obligados!
    A veces cuando voy a algunos colegios para realizar prácticas me pregunto qué ideal de educación tenemos en las aulas y qué tipo de metodologías se recogen en ellas. Me he dado cuenta que la manipulación es el pan nuestro de cada día. ¿Qué hay de la educación asentada en la libertad, en la creatividad o en la autonomía del niño? Creo que a veces no se desarrolla por completo en los alumnos las capacidades críticas que requieren, indudablemente, del prensamiento previo, de la planificación o de la preparación para un futuro ( negro, sí, pero un futuro).
    Yo no creo que enseñar a pensar sea ninguna utopía, Joselu, o al menos quiero creerlo con todas mis fuerzas. La educación no es más que un plan de acción pre-pensado por la mera razón de que elegir una alternativa educativa significa, ya de principio, pensar en referencia a un tipo concreto de acción pedagógica. Ahora bien, el tipo de acción pedagógica que queremos poner en práctica puede estar basado o no en la libertad, en ayudar a que nuestros alumnos piensen y que no sean manipulados. No seremos “ unos sócrates que lleven a sus alumnos por un jardín en forma peripatética” pero sí que podemos guiar su pensamiento y cómo afrontar situaciones desde pequeñitos. Concibo la educación como un conjunto en el que caben conocimientos, cultura, principios y actitudes; en el proceso educativo no sólo se instruye en contenidos sino que se forma en valores y aquí es donde pienso que tenemos que actuar como docentes, tenemos que invitar a nuestros alumnos a que piensen.
    Quizá, Joselu, tengo la cabeza llena de pájaros porque soy muy joven y no tengo experiencia pero, si alguna vez ejerzo como maestra, intentaré llevar a cabo todo lo que para mí es una educación de calidad. Puede que lo consiga o puede que no. No lo sé, por ahora me basta con saber que quiero intentarlo.

    ResponderEliminar
  3. He tomado nuestro debate como base de mi último post. Te he reproducido textualmente. Espero que no te moleste. Si es así, dímelo.

    Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No me molesta en absoluto, Joselu. Seguiré de cerca tu blog para ir viendo qué opiniones se van dando.

      Eliminar
  4. Vengo desde el blog de Joselu. Y quiero responderte, después de leeros a los dos, que estoy en que la escuela, la enseñanza en general, siempre ha sido un arma para crear futuros ciudadanos a la medida. Yo fui educado en las escuelas franquistas y puedo dar fe de ello. Hoy los profesionales de la enseñanza tenemos otros objetivos que inculcar al alumnado. Pero no les dejamos pensar demasiado. Cuando alguien se va un poco de lo estipulado se le corta y se le hace recapacitar. Por ejemplo, el otro día en clase había gente que estaba a favor de la pena de muerte. Y yo tuve que hacerles ver que iban equivocados ¿adoctrinamiento? Alguien me dijo que con Franco no pasaban estas cosas que pasan ahora. Tuve que hacerle recapacitar ¿adoctrinamiento?. Yo no sé si estoy dejando a mis alumnos a pensar libremente...

    Un saludo.

    ResponderEliminar