martes, 1 de enero de 2013

Nuevo año


Año nuevo en la playa, ¿se puede pedir más? 
Arena mojada, conchas, el aire que silba en mi oído, el rugido de las olas haciéndome una reverencia y alguna visita de cuatro patas inesperada. Fue una buena impresión que, a mitad de mi meditación, un perro me diese un lametón. He empezado el año a las diez de la mañana con una buena vibración, sin dudas.

Ayer no hice balance del 2012, no me hizo falta pensar el último día del año todo lo que ya fui cavilando. Sin embargo, hoy he pensando en este nuevo año que se presenta listo para ser estrenado con muchos propósitos, aunque también he dejado puntos vacíos para añadir fracasos o decepciones de las que espero aprender tanto o más que de los logros y victorias. Te veré en el mismo sitio el año que viene; nos tendremos que contar, de nuevo, muchísimas cosas.
¡Aprovechad el 2013 a tope! 
Sed felices ,cuanto más, mejor!

Feliz año :)








2 comentarios:

  1. Pocas cosas me gustan más que una playa en invierno. La misma playa puede parecer dos sitios diferentes en función de si vas con el calor o con el frío. Parece que compartes ese gusto. Es bueno saberlo :)

    ResponderEliminar
  2. No vivo demasiado lejos de la playa pero en realidad es como si quedara a mucha distancia, y además las playas que tengo cerca no me atraen demasiado. No se me cargan de poesía como otras en las que pienso más al sur o al norte. Ya ha empezado el año, y sin darnos cuenta estamos casi a veinte. Leo con retraso tu post, y vengo a saludarte, Lucía. En mi nueva andadura me dedico casi exclusivamente a la docencia y orillo otros potenciales temas. Ignoro por qué, ya que mi relación con la enseñanza es de amor y odio. Alguna razón oculta habrá. El caso es que estoy por allí, esperando la visita de los antiguos amigos que no se asustan ante el cambio de domicilio. Saludos.

    ResponderEliminar