Querido papá,
Te
escribo esta carta para darte todo el ánimo del mundo en estos momentos.
Sé
que es duro pero podremos salir adelante. Llevas trabajando desde que tenías
veinte años, así que te mereces un descanso aunque sea un poco forzado. No
sabes cuánto sufro si veo esa cara de preocupación constantemente. No te lo
mereces. Creo que necesitas tranquilidad en tu vida. Hacer lo que siempre has
querido y el trabajo no te lo ha permitido.
¿Sabes qué pienso? Que las cosas ocurren por algo y si te ha sucedido
esto es porque necesitas un receso, ya sabes, reencontrarte contigo mismo.
Hoy,
mientras caminaba para ir a la facultad, he encontrado muchas ventajas en tu nueva situación de desempleado (ya sabes
que no me gusta utilizar la palabra parado).
Verás,
en primer lugar, creo que es muy
importante que … ¡¡¡YA NO TE VAS A TENER QUE LEVANTAR TAN TEMPRANO!!! Llevas
cuarenta años levantándote a las seis de la mañana para que a mi hermana y a mí
no nos falte nada.
En
segundo lugar, vas a poder pasear a
Cásper, tranquilamente, como a ti te gusta. Piensa por un
instante que vas a pasarlo en grande con tu fiel compañero.
En
tercer lugar, podrás mimar más a mamá que también se lo merece. Hace tanto
tiempo que no la sorprendes… ¿Quizá una obra de teatro en el Lope de Vega o un
paseíto romántico por el barrio Santa Cruz?
Recuerdo
cuando íbamos los cuatro de paseo al Parque Mª Luisa y tú nos sacabas fotos.
Deberíamos repetirlo.
En
cuarto lugar, podrás leer toda esa lista de libros que te recomendé y después los comentaremos juntos.
En
quinto lugar, te diré que te convertirás en un “cocinitas” ¡Con lo que a ti te
gusta ir a comprar al supermercado! Sé que mamá te lo agradecerá.
En
sexto lugar, tendrás tiempo para
llevarme a la facultad de vez en cuando por lo que podremos retomar esas
charlas que teníamos (porque si te digo la verdad, las echo de menos).
En
séptimo lugar, podrás ver todas esas películas que tanto te gustan. ¿Cuál era
tu preferida? Seguro que cualquiera de Romanos … ¿Quo Vadis?, ¿Espartaco? …
En
último lugar, te diré que eres el mejor padre del mundo. Tienes tu carácter, ya
sabes, un poco serio y seco pero eso te hace ser diferente y es por eso que te
mereces lo mejor porque tú me lo has dado todo. Siempre me has aconsejado y apoyado
en mis decisiones y , además, nunca te han faltado unas palabras cargadas de cariño.
¿Qué más puedo decirte? ¡Ah,
sí! ...
TE QUIERO, papá.
Lucía
La carta es hermosa, seguro que tu padre se ha inflado.
ResponderEliminarGracias, José. La verdad es que le gustó muchísimo y no se lo esperaba, así que imagínate.
ResponderEliminarNo sé si conseguí "quitarle hierro al asunto" pero al menos intenté que pensara en las ventajas y no en las desventajas.
Creo que hay suficientes problemas en el mundo como para amargarse por otro más. Intentar mirar la parte positiva es lo que todo el mundo debería hacer :)